miércoles, 26 de octubre de 2011

Taringuealo.... la justicia Argentina dice: no


La Cámara del Crimen confirmó el revés judicial para los propietarios, que están cerca del juicio oral. Cierto día, un reconocido profesor universitario decidió preguntarle al dueño de la editorial, que había publicado su libro, cómo iban las ventas de ejemplares. Era una persona reconocida en su actividad y dado que no había cátedra ni conferencia donde no se hablara de su obra ya estaba pensando en la reedición y actualización de la misma. Sin embargo, recibió una respuesta que lo dejó perplejo: las ventas habían sido prácticamente nulas. De esta manera, sus planes quedaron truncos.

Entonces, comenzó a averiguar qué había sucedido porque sus ingresos personales dependían, en gran medida, de los resultados de esta publicación.

Luego de un tiempo, la editorial y el autor obtuvieron la respuesta. El libro estaba alojado en un sitio que funcionaba como sistema de intercambio y descarga de archivos digitales por Internet, cuyo link podía obtenerse en Taringa.

Este portal permite compartir información a través de un sistema por el cual sus usuarios colocan links a determinados sitios de descargas para bajar a sus computadoras distintos tipos de materiales, como libros, películas o canciones.No obstante, en muchos casos, esos contenidos se encuentran protegidos por la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual.

En consecuencia, indignados, efectuaron la denuncia ante la Justicia. Lo mismo hizo la Cámara del Libro.Tras evaluar los hechos, los jueces de la sala IV de la Cámara del Crimen confirmaron el procesamiento de los dueños del sitio de Internet Taringa! en tres causas, en donde se investiga la reproducción de libros sin autorización de sus autores. De esta manera, los propietarios del sitio están cada vez más cerca del juicio oral.

El tribunal, compuesto por Marcelo Lucini y Mario Filozof, consideró que Alberto Nakayama, y los hermanos Matías y Hernán Botbol, propietarios del sitio, violaron la mencionada norma -en al menos 12 oportunidades-, cuando subieron libros a Internet ya que ofrecieron "a usuarios anónimos la posibilidad de compartir y descargar gratuitamente archivos cuyo contenido no está autorizado para publicar por el autor".

Los acusados adujeron que "las obras literarias no están almacenadas en la página, sino en el sitio rapidshare, cuyos servidores están localizados fuera del territorio nacional, por lo que no puede aplicarse al caso la ley penal argentina".

Sin embargo, los jueces recordaron que "más allá de que los links desde los cuales se habrían descargado las obras reproducidas ilegalmente (rapidshare.com, 4shared.com y mediafire.com) están efectivamente fuera del país, los del dominio taringa.net desde donde se ofrecía su descarga (kui.wiroos.com.ar y lanark.wiroos.com) y cuyos titulares serían los imputados, registran domicilio en la República Argentina". En mayo, la misma sala había reafirmado un fallo de primera instancia donde se consideró a los propietarios como partícipes necesarios de ese delito, razón por la cual embargó bienes de los hermanos Botbol por $200.000 y los intimó a que borraran los links denunciados.


En ese caso, los Botbol aseguraron que "es imposible que determinen el contenido de las cargas y establezcan si violan los derechos de autor cuando diariamente, en promedio, se realizan veinte mil posts", pero dichos argumentos fueron desconocidos por los magistrados. En este nuevo caso, se agregó a Nakayama, a quien se embargó por $130.000.

La polémica está instalada
A partir de esta nueva decisión de la Cámara del Crimen se abrió una nueva polémica. ¿Internet protege el derecho de propiedad intelectual? ¿Cuál es el papel y la responsabilidad de los sitios como Taringa! y de sus propietarios?

A modo de ejemplo, casos como estos ya se dieron en el exterior con Napster en el 2000 y Pirate Bay en Suecia en el 2009. En este último caso, al igual que Taringa!, se condenó a los propietarios del sitio Pirate Bay a un año de cárcel y a pagar una indemnización de 2,7 millones de euros por violar la ley de propiedad intelectual.

En España, sitios como estos pueden ser bloqueados gracias a la polémica Ley Sinde. La Coalición de Autores y Creadores de ese país advirtió que las páginas de enlaces son perseguidas en ese país incluyendo portales que estén alojados en el extranjero.

Al respecto, el especialista Fernando Tomeo, socio del estudio Abieri, Fracchia & Tomeo, explicó que en los Estados Unidos esta clase de conducta fue sancionada. "Hay muchos antecedentes en ese país, donde se castigó a los facilitadores, como el caso Napster, se les sacó plata y se los obligó a responder por los daños y perjuicios causados por violar la ley".

"El problema es que en la Argentina hay que actualizar la norma, ya que la Ley de Propiedad Intelectual es de la década del ´30", agregó.Repercusiones
"Todo lo que tiene que ver con Internet tiene alguna consecuencia en el mundo real. Hay determinada legislación que también se aplica a ella, no se está en el limbo", indicó Facundo Facundo Malaureille Peltzer, socio del estudio Salvochea.

"No es cierto que cualquiera puede hacer cualquier cosa. Estos sitios tienen que trabajar desde el punto de vista jurídico para lograr determinar la identidad de los usuarios infractores", agregó.

Martin Carranza Torres, socio del estudio Carranza Torres & Asociados, dijo que "en cualquier régimen constitucional todo aquel que quiera funcionar debe cumplir con las disposiciones legales".

"Acá hay un sitio comercial que vive del tráfico y que para generarlo facilitaba permanentemente la piratería. Proteger a la propiedad intelectual es saludable y digno, pero no lo es aquella gente que viola la ley y que después se escuda en libertarias o de otro tipo que no tienen nada que ver", remarcó.

Macarena Pereyra Rozas, del mismo estudio, indicó que "hay una tendencia a decir que en Internet no hay derechos y que si se pretende protegerlos hay censura".

"Todas las infracciones a las leyes de propiedad intelectual deben ser sancionadas. El medio por el cual se cometa no lo hace más o menos delictuoso", dijo la especialista quien luego agregó que "Taringa! concentra la oferta y demanda porque permite subir los archivos y además descargarlos".Nuevos debates
Carlos Pallotti, de la Fundación Clementina, explicó que en casos como el de Taringa! no se trata del debate sobre software libre o privado, porque en suma ambas son modalidades que responden a modelos de negocios diferentes y competitivos entre sí.

"En esos casos, el autor puede decidir si permite la libre difusión o cobra por ella, apuntando a ventajas en uno u otro sentido", remarcó.

"Aquí, por el contrario, se plantean dos debates diferentes aún no suficientemente expuestos ante la sociedad. Por un lado, qué hacemos con el apego a la ley, porque si existe una norma de propiedad intelectual que protege a los autores -más especialmente a los argentinos-, el debate es si estamos dispuestos a acatarla", agregó.

"O caso contrario cambiarla si no puede aplicarse. No podemos decir que protegemos, cuando en realidad florecen los vendedores de CD truchos por doquier y miramos para otro lado. O tenemos una ley y la respetamos, o cambiémosla si no creemos que ésta sirva", indicó Palloti.

"El segundo gran debate es, qué tan culpables son los portales que nos remiten a acceder a información que debería estar protegida o que se ofrece de una manera libre cuando no lo es", aseguró.

"Cada autor debería decidir, de acuerdo a su modelo de negocios, qué quiere hacer con sus obras, y mas aún, el propio Estado determinar qué cosas deberían entrar en el mundo de libres y gratuitas. Pero la sociedad no debe adquirir derechos que no les fueron conferidos por los legisladores", concluyó.Qué dijeron los acusados
Los propietarios de Taringa se expresaron a través de un comunicado en el sitio, donde indicaron que se los "intenta responsabilizar por ser titulares del medio, del instrumento, sin detenerse a reparar que no hemos cometido ninguna conducta penada por la ley".

"La Cámara confirmó un procesamiento a partir de la presunta participación criminal en hechos penados por el artículo 72 de la Ley 11.723, lo que equivale a sostener que, como administradores de un sitio web, somos garantes de la conducta seguida por nuestros millones de usuarios", continuó el comunicado.

"Esto afirma el auto de procesamiento de primera instancia al intentar explicar el funcionamiento de este sitio web "Dicho accionar ha permitido que usuarios publicaran links autorizando la descarga de obras protegidas... sin que dicho accionar fuera evitado". Se endilga la omisión en el control sin siquiera reparar si tal control es posible (ésta es la verdadera discusión que debería estar planteándose en la Justicia), y de allí se concluye en la participación criminal por omisión de una conducta penal que sólo puede ser cumplida por "comisión", es decir, llevándola adelante", agregaron."Bajo esta lógica se acusará también a los proveedores de Internet, a los buscadores, a los blogs, redes sociales, sin cuya participación no habría delito posible. No es un dato menor, porque no es una discusión sobre Taringa! sino que abarca a todos los que participamos de Internet y las redes sociales", indicaron.

"Es el Estado quien tiene a cargo la persecución de los autores de delitos, y es también a los titulares de derechos de autor a quienes la ley les da las herramientas para proteger sus obras. Como administradores de un sitio web no podemos reemplazar a uno ni a otros, no podemos investigar el destino final de cada uno de los 20.000 post diarios que recibimos, escrutando la inmensidad de Internet, para determinar eventualmente sobre la licitud o ilicitud de lo que sea que allí encontremos", sostuvieron los propietarios de Taringa!.
Por último, indicaron que "este fallo deja entrever el escaso conocimiento y estudio que existe en nuestra Justicia sobre Internet y el profundo impacto que la misma supone para el entramado de relaciones jurídicas de nuestro mundo actual. Es preciso que nuestros usuarios sepan que esperamos el juicio para defendernos y defender aquello en lo que creemos. Lo que aquí se resuelva será de suma importancia para todos los que formamos parte de Internet".

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